Introducción

Una instalación propiedad de la ciudad—utilizada como centro para personas mayores en el momento del proyecto—enfrentaba una situación única. Aunque el edificio estaba programado para ser demolido y reemplazado en un plazo de cinco a diez años, las incertidumbres en la financiación hicieron que la ciudad necesitara una solución de techado confiable que pudiera extenderse a un ciclo de vida de 10 a 15 años si fuera necesario. Múltiples limitaciones estructurales y de diseño agravaron este desafío.

Principales desafíos del proyecto

1. Retiro del sistema de techo existente: Debido al estado de la estructura y a factores de costo, no fue posible retirar el sistema de techo antiguo.
2. Acumulación severa de agua: Una zona de la pared había sufrido filtraciones prolongadas debido al agua estancada.
3. Limitaciones de peso: Cualquier nueva solución debía ser mínimamente invasiva y añadir muy poco peso al techo.
4. Conductos metálicos envejecidos: Una parte importante del techo estaba cubierta por conductos antiguos que debían seguir siendo funcionales hasta que el edificio fuera finalmente demolido.

Colaboración y evaluación

Al reconocer la complejidad, la ciudad contrató a una empresa consultora de techos que ya había trabajado anteriormente con RMI. Junto con los ingenieros de la ciudad y representantes de RMI, revisaron:

• Diseño del edificio existente
• Evaluaciones forenses
• Especificaciones del sistema de techo

Tras esta evaluación exhaustiva, el equipo concluyó que el sistema de techo asfáltico existente permanecería en su lugar, mientras que la zona con acumulación severa de agua se abordaría con varias capas niveladoras de RMI‐Flex.